PERUANOS EN EL MUNDO: MALASIA
Esta semana en “Peruanos en el Mundo” desde Malasia conoceremos las torres gemelas más altas del mundo en Kuala Lumpur. Además, probamos vinos con un somelier peruano que nos dice cuáles son sus retos de vivir en un país de mayoría musulmana. No se pierda la increíble historia de un peruano que llego a Malasia y se volvió musulmana por el amor de una mujer. Todo esto y mucho más en “Peruanos en el Mundo” desde Malasia…
Sol casi todo el año, desarrollo económico y diversidad cultural, esto es lo que destaca en este país del sudeste asiático. Malasia ofrece todo desde playas tropicales, selvas remotas y la agitada vida en su capital Kuala Lumpur.
Malasia alberga una población muy mezclada: el malayo o aborigen de la península, los inmigrantes de origen chino, grupo étnico hindú y gente de origen europeo. Kuala Lumpur alberga edificios coloniales británicos a tan solo unos metros de gigantescas mezquitas en este país de mayoría musulmana.
Pero si hay algo que llama la atención en Kuala Lumpur son las torres Petronas, colosales edificios gemelos diseñados por el afamado arquitecto argentino Cesar Pelli, estos rascacielos que ostentaron el titulo de los más altos del mundo.
Desde el puente que une ambos edificios se ve una de las mejores vistas de la ciudad y al caer el sol las luces alumbran esta titánica obra que ya figura en el salón de la fama de la arquitectura mundial.
DIARIO:
Desde mi llegada al aeropuerto pude darme cuenta que me encontraba en un país diferente dentro del gigantesco continente asiático: mujeres usando hijab o prendas que solo develan sus rostros, hombre en túnicas o galabeyas, parlantes anunciaban llegadas y salidas de vuelos en árabe, malayo e inglés; Sin duda Malasia es el segundo país con mayor población musulmana en el sudeste asiático después de indonesia.
En la sede diplomática peruana fue recibido por el embajador Marco Balarezo quien me dio una visión global del país. Es evidente el crecimiento económico de Malasia, uno lo puede apreciar en los rascacielos de Kuala Lumpur, sus obras de construcción, el moderno parque automotor, etc. Pero también Malasia es una caja de pandora donde el visitante puede ver la diversidad de su gente, escuchar el ruido del desarrollo, saborear el rico Satay (especie de anticucho) y sentirse en una especie de zona de transición entre China, India y el tropical sudeste asiático.
Mi primer encuentro con un inmigrante peruano fue en las emblemáticas Torres Petronas. Gustavo Arriaga es somelier (catador de vinos) de carrera, él estaba radicando en España hasta que se le presento la oportunidad de administrar un restaurante de Tapas en Kuala Lumpur. Gustavo es alto, delgado, lleva un pañuelo para secarse el sudor y muchas ganas de contar su experiencia al otro lado del mundo.
Bajo la imponente sombra de las torres Petronas, los edificios gemelos más altos del mundo, Gustavo nos da un apretón de manos y nos agradece la visita. No hay muchos peruanos que pasan por aquí, quizás no llegan al centenar…hay de los que como Gustavo son inmigrantes que solo vienen por temporadas, este es un país con apenas medio siglo de haberse independizado y en plena construcción.
Gustavo y yo coincidimos que la primera gran impresión de Malasia, aparte de las Petronas, es la gran variedad de etnias, idiomas y templos de todas las denominaciones que hay en Kuala Lumpur. En una misma cuadra te puedes encontrar con una pagoda china, un templo hindú y una gran mezquita. Gustavo me cuenta que la primera prueba de fuego viviendo en un país de mayoría musulmana fue su primer ramadán, él ya había visto el ayuno en comunidades de inmigrantes en Europa, pero nunca lo había experimentado de primera mano.
Además del cambio radical en cuanto a la parte cultural de adaptarse a las diferentes costumbres; la variada gastronomía local de fuerte influencia china tiende a ser muy picante y condimentada. Personalmente me encantó el “Satay”, plato bandera malayo que consiste en una brocheta de pollo o carne que se sirve con salsa de maní y pastel de arroz. Gustavo nos ofrecer digerir la comida con una copa de vino en su restaurante de Tapas.
A tan solo unas cuadras de las torres Petronas está el restaurante de gastrotapas españolas “Ohla”, en donde Gustavo además de ser el somelier es el administrador. Vemos que el personal representa un microcosmos de Malasia, acá hay filipinos, españoles y un reducido personal malayo debido a que la religión musulmana prohíbe el consumo de carne de cerdo.
Aunque el vino tino se sirve generalmente a la temperatura del ambiente, Gustavo los pone en pequeñas cavas a 14 grados Celsius debido a las altas temperaturas de Kuala Lumpur y que nadie quiere tomar un vino caliente. El Somelier me muestra como probar (catar) un vino: ¡vierte un poco en la copa, huele su aroma, revuelve el contenido para que se oxigena y lo degusta…yo sigo los pasos y me siento todo un maestro en la especialidad!
Gustavo me comenta que como somelier ha catado miles de vinos, aunque no quiera decir que se haya tomado la copa entera y menos las botellas. Cae la noche y la temperatura refresca un poco, desde la terraza del restaurante se ve la espectacular iluminación de las torres Petronas…” Si pensaste que eran bellas de día son mejores de noche” dice Gustavo sosteniendo su copa y añade: “Nunca me imaginé venir a Malasia, no me arrepiento…la experiencia es muy grata”.
CONSEJOS
Y ahora los dejamos con algunos consejos por si decide viajar a Malasia:
_ Tenga precaución con las restricciones antes de viajar, algunas penas en Malasia son severas y el tráfico de drogas está penado con la muerte…
_ Siga las costumbres locales en el mes sagrada musulmán del Ramadán no coma ni beba en público durante el ayuno.
_ Para evitar largas colas antes de visitar las Torres Petronas compre sus tickets en el internet o en la boletería horas antes de su visita….
voy a visitar el restaurante en Febrero del 2018 siesque todavía esta alli. y ojalá encontrar otros peruanos.
ResponderBorrargracias por la información fué muy valiosa.