PERUANOS EN EL MUNDO: CURITIBA
En esta emisión de “Peruanos en el Mundo” desde el sudeste de Brasil iremos a una de las ciudades más progresistas del gigante sudamericano: Curitiba donde un peruano-nipón nos cuenta que hace por allá. Además, un ayacuchano es el decano en una importante universidad de Curitiba y hasta ha escrito un libro en portugués y vamos al restaurante “El Rinconcito Peruano” donde los brasileros hacen colas para probar la culinaria andina. Todo esto y mucho más en “Peruanos en el Mundo” desde el sudeste de Brasil.
Curitiba es la capital del estado de Paraná en el sudeste de Brasil y según la revista selecciones es la ciudad con la mejor calidad de vida en ese país. La fama de ciudad sostenible de Curitiba se basa en su transporte público, áreas verdes y centros recreativos.
Entre las principales atracciones turísticas de Curitiba figuran: el invernadero de cristal del jardín botánico, el museo modernista en forma de ojo del famoso arquitecto Oscar Niemayer y sus hermosos parques que guardan la araucaria, árbol típico de la región. Un trago de Quentao o vino caliente sube la temperatura en las frías noches de invierno.
Curitiba es una ciudad de inmigrantes, después del flujo de europeos a mitad del siglo XIX, esta ciudad experimento un crecimiento urbano con la llegada de mano de obra de todos los rincones del país y recientemente el arribo de los vecinos sudamericanos, entre ellos decenas de peruanos.
Curitiba fue una de las 12 sedes del mundial de futbol del 2014, la principal ciudad de la región sur del país se vistió de gala en la justa deportiva que mostro lo que Brasil tiene que ofrecer al mundo.
CURITIBA: una joya en el sur de Brasil
Cuando uno habla de Brasil inmediatamente piensa en el Cristo redentor de Rio de Janeiro o los rascacielos de Sao Paulo. Al sur de Brasil hay otra realidad: un clima frio, ciudades más sustentables y una fuerte inmigración extranjera. Un nipón que ha abierto el primer restaurante peruano en Curitiba y un catedrático universitario nos cuentan porque decidieron quedar en esta ciudad.
Fernando Matsushita trabajó como policía en las calles de Lima, la oportunidad le tocó la puerta cuando obtuvo la residencia japonesa por ser nipón (descendiente de japonés) y se mudó a Yokohama. Durante su estadía en Japón conoció a la que sería su esposa, una brasilera-nipona que fue conquistada por el estómago: “Éramos amigos y un día le invite un plato de tallarines verde con carne y me preguntó si lo había preparado…eso fue el inicio de nuestro noviazgo” dice Fernando chino de risa.
“Do peruano” es el único restaurante peruano en la ciudad de Curitiba, se ubica en un rincón de un centro comercial, pero para Fernando quien vivió en espacios reducidos en Japón es más que suficiente: “La cocina es de dos por tres, me hace recordar a Yokohama…yo cocino y mi mujer me ayuda con los postres, ella a veces me da una mano y aunque ella nunca ha estado en Perú aprendió a cocinar con sazón criolla” dice Fernando.
En Curitiba el clima es frio, pero esto se justifica por la calidad de vida: “Vine a Curitiba para visitar a un primo, era como la despedida antes de afincarme definitivamente en Japón…pero Curitiba me cautivó, fue como un amor a primera vista” dice Fernando mientras caminamos por uno de los parques más emblemáticos de la ciudad: el jardín botánico.
La plática es interrumpida por la música de un acordeonista, parejas se ponen a bailar vals en medio del parque: “Esto es lo que me fascina de Curitiba además del orden, la gente es espontánea y se puede armar un baile de la nada” dice Fernando quien invita a bailar a su esposa.
En los jardines en forma de laberinto y con el fondo de un invernadero de vidrio, Fernando nos cuenta porque cree que su llegada a Curitiba fue más que una casualidad: “Al llegar acá encontré una ciudad segura, como estar en Japón, pero con sabor sudamericano” agrega Fernando.
Al llegar la noche la temperatura sigue bajando y buscamos refugio en una de las ferias nocturnas en donde sirven el famoso ‘Quentao’ o vino caliente: “Esta es la mejor medicina para vencer el frio, tomar este trago que es hecho con los frutos de un árbol que solo crece en esta región y vino tinto…como te dije esta ciudad tiene mucho de europea”, dice Fernando.
El paseo culmina en el jardín japonés, el lugar que trae recuerdos a Fernando quien es un ejemplo del mestizaje de la cultura peruana, nipona y brasilera. “Este es uno de mis lugares favoritos, mi vida la he pasado entre Perú, Japón y Brasil…estos países van a permanecer siempre en mi corazón” culmina Fernando.
La educación en Curitiba es otra de sus cualidades y esto lo sabe el ayacuchano Hugo Meza quien llego a Brasil para estudiar economía y escogió Curitiba para hacer su maestría, ahora es el decano de una universidad privada en Curitiba. “La primera vez que vine tenía 19 años y pensé que sabía portugués, pero un niño que vendía helado me habló y no entendí nada… con el tiempo aprendí portugués, pero siempre guardo el ‘zotachi’ o acento” dice el maestro peruano.
El parque de ‘Tanguá’ está rodeado de un lago artificial, una cascada y casas al fondo. “Curitiba es una ciudad que lucha por no convertirse en una metrópolis y así preservar las áreas verdes, hay una política de estado de proteger el medio ambiente, la gente que tiene arboles regionales no pagan impuestos” dice Meza.
El profesor de economía tiene sentimientos encontrados sobre Brasil, por un lado, elogia su sistema ecológico, pero por otro critica su desigualdad social: “Este es un país continental, si lo dividen de Sudamérica podría ser un sub continente por sí solo, pero acá hay muchas diferencias económicas entre el próspero sur y la pobreza del noreste” agrega el profesor Meza.
Además de sus numerosos parques, Curitiba cuenta con una rica cultura, tal es el caso del museo ‘Oscar Niemayer’ en honor al famoso arquitecto creador de Brasilia. La forma del museo llama la atención por su originalidad: una torre que conduce a lo vendría ser un ojo gigante que está recubierto de placas de aluminio. En el interior del museo se encuentran maquetas de las maravillas arquitectónicas de Niemayer ha construido en todo el mundo.
Al este de la ciudad se encuentra la universidad donde Hugo trabaja como decano, en su oficina nos muestra una de sus más importantes aportes a la academia brasilera: “Este es un diccionario de la lengua portuguesa y fui invitado a redactar terminologías económicas, para alguien que aprendió este idioma como segunda lengua fue todo un honor” dice Hugo mientras nos enseña el grueso libro.
En cada rincón de la ciudad se pueden ver árboles, parques y lagunas. La realidad de Curitiba es la de una ciudad poblada por inmigrantes europeos quienes encontraron en esta ciudad un clima parecido al del viejo continente: “Creo que esta ciudad es muy diferente al resto de Brasil, el estado de Paraná es el segundo más próspero en el sur del país, acá se dan las condiciones para el agro industria y la calidad de vida es muy superior” dice Hugo.
En la plaza que da a la Universidad de Paraná y el teatro municipal se encuentra una compañía de teatro ambulante que improvisa una puesta en escena que sintetiza parte de la historia de Brasil. El personaje de la máscara es Getulio Vargas, el ex presidente de Brasil que se suicidó estando en el poder, los otros actores representan a los políticos de turno que venden ilusiones al pueblo con tal de ganar las elecciones. Los transeúntes se detienen y disfrutan de la puesta en escena de una ciudad progresista que busca su identidad en su desarrollo sostenido, la cultura y las artes: una joya en el sur de Brasil.
CONSEJOS
_ Si viaja en invierno, entre julio y agosto abríguese porque las temperaturas pueden descender incluso por debajo de los cero grados centígrados…
_ Si tiene oportunidad visite las cataratas de Iguazú en la frontera tripartita de Brasil, Paraguay y Argentina, hay vuelos diarios de hora y media desde Curitiba.
_ Si les gusta la playa alquile un auto o tómese un bus a Florianópolis en el vecino estado de Santa Catalina.
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