PEM Bicentenario: Por Amor al Arte
En Peruanos en el Mundo Bicentenario: El caricaturista de México...El color del silencio en Dinamarca y el actor de Montreal...“Peruanos en el Mundo: Bicentenario” por amor al arte!
EL CARICATURISTA DE MÉXICO: OSWALDO SAGÁSTEGUI
México es una continua feria…llegando a la capital unos descubre un país intensamente diferente: los llamativos colores de las chalupas (botes) de Xochimilco, el monumental calendario azteca del museo de antropología, los peregrinos caminando de rodillas en la basílica de Guadalupe y por supuesto el mar humano que pasea en el Zócalo (plaza de armas) hacen de la nación mexicana una cultura viviente.
Para saber ¿Qué es México? Vamos hasta la casa de Oswaldo Sagastegui, un peruano que lleva más de 40 años en este país. Sagastegui es un reconocido artista que ha plasmado sus obras desde la sátira de la caricatura hasta la estética de la pintura con crítica social.
El artista peruano-mexicano nos recibe en su casa en la cima de una colina del valle del estado de México. Sagastegui nació en la sierra de Huánuco, el octogenario maestro plástico es un hombre lúcido que sigue pintando desde su casa taller, que también por decirlo así funciona como galería.
La primera parte del tríptico de la vida de Sagastegui la pasó en Perú, él se denomina a sí mismo tres veces peruano: serrano (donde nació), costeño (donde estudió) y selvático (donde se crió). Fue precisamente en la amazonía donde el joven Oswaldo aprendió a percibir los diferentes tonos del verde los árboles, el resplandor de los ríos al atardecer y el ocre de la fruta madura.
Aunque en los 80’ Sagastegui ganó el premio nacional de periodismo gracias a su contribución a la gráfica mexicana, él insiste que su carácter peruano lo ha mantenido latente durante toda su carrera. Fue en el instituto de “Bellas Artes” de Lima en donde Sagastegui hizo sus primeras pinceladas, las mismas que lo llevarían lejos en el país azteca.
La fase mexicana de Sagastegui empieza en 1968 cuando decide visitar a su hermano en la ciudad de México para presenciar las olimpiadas. Lo que estaba planeado como una visita de un mes terminó prolongandose hasta hoy.
Quizás lo que más sorprendió al artista peruano fue que el estadio olímpico se encontraba en la Universidad Autónoma de México (UNAM), cuyos pabellones están decorados con gigantescos murales que representan las cuatro etapas de la historia, verdadera obra maestra del arte mexicano.
Sagastegui empezó a trabajar casi por casualidad, recibió una llamada del diario “Excélsior” para reemplazar al caricaturista que faltó al trabajo. El artista peruano con su experiencia en la pintura y su sentido crítico se acoplaron rápidamente al periódico, por más de dos décadas el maestro satiriza en sus caricaturas a políticos, empresarios, artistas y deportistas.
En el Excélsior Sagastegui se ganó una reputación, el artista confiesa que México es un país con una tradición de caricatura política. Cuando le pregunto ¿Qué es lo que diferencia México de Perú? El maestro no duda en responder “La Revolución” que según él es lo que dio a esta nación lo que se conoce como el “Mexicanismo”.
Para finalizar la trilogía de su antología artística, Segastegui nos muestra sus obras plásticas en una faceta que lo remonta a sus inicios como pintor en Perú e Italia. Este es el Sagastegui contemporáneo que mezcla su pintura con la crítica periodística. En el lienzo vemos un bello paisaje que conecta a un tubo que vierte aguas negras. El maestro lo dedica al desastre ecológico o “La irresponsabilidad en que estamos viviendo”.
Sagastegui es un artista que ha perdurado debido a su capacitad de cambiar de color como el camaleón: empezó como pintor en Lima, se volvió caricaturista en México y ahora desde su taller de la colina vuelve a sus orígenes. Pero el maestro es realista, sabe que el mercado artístico se ha mudado al interior, que la competencia es mayor y que las nuevas generaciones no miran al pasado.
El legado de Sagastegui no solo está plasmado en sus caricaturas del Excelsior, cuadros de denuncia social o premios que abarrotan las vitrinas de su estudio. Los tres hijos de Sagastegui también son artistas, esa nueva generación que le ha enseñado que el arte es también relaciones públicas, después de todo hay que vender.
Luego de visitar la casa-galería de Sagastegui empiezo atar cabos: A pesar de que Perú y México son países que tiene historias paralelas en sus fases de grandes culturas indígenas, centros importantes durante la colonización hispana y periodos republicanos con dictaduras entre paréntesis; la gran diferencia es el movimiento de la revolución mexicana que cimentó las bases de una unidad que le permitió incluso sobrevivir la hegemonía de los Estados Unidos, el gran vecino del norte.
CONSEJOS
_México suprimió la visa a los ciudadanos de Perú, Chile y Colombia como parte de los acuerdos del bloque “Alianza Pacifico”
_Visite los alrededores de la ciudad de México, en especial las pirámides de Teotihuacán que se ubica a 45 minutos del centro de la ciudad.
_Si viaja a Puebla, no se olvide probar el mole poblano: salsa a base de chocolate; además visite el barrio tradicional de Cholula.
Aunque en los 80’ Sagastegui ganó el premio nacional de periodismo gracias a su contribución a la gráfica mexicana, él insiste que su carácter peruano lo ha mantenido latente durante toda su carrera. Fue en el instituto de “Bellas Artes” de Lima en donde Sagastegui hizo sus primeras pinceladas, las mismas que lo llevarían lejos en el país azteca.
La fase mexicana de Sagastegui empieza en 1968 cuando decide visitar a su hermano en la ciudad de México para presenciar las olimpiadas. Lo que estaba planeado como una visita de un mes terminó prolongandose hasta hoy.
Quizás lo que más sorprendió al artista peruano fue que el estadio olímpico se encontraba en la Universidad Autónoma de México (UNAM), cuyos pabellones están decorados con gigantescos murales que representan las cuatro etapas de la historia, verdadera obra maestra del arte mexicano.
Sagastegui empezó a trabajar casi por casualidad, recibió una llamada del diario “Excélsior” para reemplazar al caricaturista que faltó al trabajo. El artista peruano con su experiencia en la pintura y su sentido crítico se acoplaron rápidamente al periódico, por más de dos décadas el maestro satiriza en sus caricaturas a políticos, empresarios, artistas y deportistas.
En el Excélsior Sagastegui se ganó una reputación, el artista confiesa que México es un país con una tradición de caricatura política. Cuando le pregunto ¿Qué es lo que diferencia México de Perú? El maestro no duda en responder “La Revolución” que según él es lo que dio a esta nación lo que se conoce como el “Mexicanismo”.
Para finalizar la trilogía de su antología artística, Segastegui nos muestra sus obras plásticas en una faceta que lo remonta a sus inicios como pintor en Perú e Italia. Este es el Sagastegui contemporáneo que mezcla su pintura con la crítica periodística. En el lienzo vemos un bello paisaje que conecta a un tubo que vierte aguas negras. El maestro lo dedica al desastre ecológico o “La irresponsabilidad en que estamos viviendo”.
Sagastegui es un artista que ha perdurado debido a su capacitad de cambiar de color como el camaleón: empezó como pintor en Lima, se volvió caricaturista en México y ahora desde su taller de la colina vuelve a sus orígenes. Pero el maestro es realista, sabe que el mercado artístico se ha mudado al interior, que la competencia es mayor y que las nuevas generaciones no miran al pasado.
El legado de Sagastegui no solo está plasmado en sus caricaturas del Excelsior, cuadros de denuncia social o premios que abarrotan las vitrinas de su estudio. Los tres hijos de Sagastegui también son artistas, esa nueva generación que le ha enseñado que el arte es también relaciones públicas, después de todo hay que vender.
Luego de visitar la casa-galería de Sagastegui empiezo atar cabos: A pesar de que Perú y México son países que tiene historias paralelas en sus fases de grandes culturas indígenas, centros importantes durante la colonización hispana y periodos republicanos con dictaduras entre paréntesis; la gran diferencia es el movimiento de la revolución mexicana que cimentó las bases de una unidad que le permitió incluso sobrevivir la hegemonía de los Estados Unidos, el gran vecino del norte.
CONSEJOS
_México suprimió la visa a los ciudadanos de Perú, Chile y Colombia como parte de los acuerdos del bloque “Alianza Pacifico”
_Visite los alrededores de la ciudad de México, en especial las pirámides de Teotihuacán que se ubica a 45 minutos del centro de la ciudad.
_Si viaja a Puebla, no se olvide probar el mole poblano: salsa a base de chocolate; además visite el barrio tradicional de Cholula.
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