Se dice que cuando los primeros exploradores europeos llegaron a la isla de ‘Quisqueya’ se quedaron maravillados por sus hermosas playas y pensaron que estaban en el paraíso.
El primer asentamiento español en el nuevo mundo fue re-bautizado como la isla ‘Hispaniola’. Santo Domingo se convirtió en la primera ciudad y nació precisamente en la “Plaza España”.
La República Dominicana es un crisol de naciones: además de la colonización española, esclavos africanos fueron traídos para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y la dominación haitiana expandió la influencia francesa al otro lado de la isla.
Además de la caña y la diversidad de su gente, las costas dominicanas atraen a miles de turistas. Santo Domingo sigue teniendo ese encanto del caribe: las calles que convergen en el malecón, jugadores de dominó en las entradas de los solares y todo esto con el fondo de una bachata...
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